Revista Latinoamericana de Difusión Científica
Volumen 4 – Número 7 - ISSN 2711-0494
J. Díaz Puente & D. Suárez Valenzuela// La importancia de los alimentos silvestres… 3-6
A finales de la Segunda Guerra Mundial surgió la palabra “seguridad alimentaria”.
El término buscaba garantizar la disponibilidad, acceso y calidad de alimentos a todos
los habitantes del planeta. Se incluía también la identificación y prevención de
enfermedades causadas por falta de control en los procesos de obtención, producción y
almacenamiento de alimentos, englobando aquellos provenientes de la flora y fauna
silvestres. A pesar de los esfuerzos realizados, algunas de estas enfermedades siguen
presentes y han causado un gran impacto en los hábitos de consumo y estilo de vida de
las regiones afectadas. Prueba de ello es la gripe aviar, una enfermedad infecciosa
originada en la década de 1870. Su reaparición a finales de 2003 generó cientos de
muertes en Asia debido al consumo de aves de corral sin los controles mínimos
requeridos en higiene y sanidad. Otro caso fue el Ébola, patología originada en
poblaciones rurales de África a partir del contacto y consumo de órganos y sangre de
murciélagos o chimpancés. Un origen similar tuvo el SIDA, enfermedad que ha generado
miles de muertes alrededor del mundo y transmitida a los seres humanos por la caza y
consumo de chimpancés infectados.
Actualmente, la población mundial ha sido testigo de otra crisis sanitaria: el
COVID-19, una de las enfermedades que más estragos ha causado en el ámbito
sanitario, social y económico de nuestra historia reciente. Aunque su origen y trasmisión
aún no ha podido ser demostrado, sobre la mesa se encuentran diversas teorías. Una
de las más acreditadas, expuesta por la Organización Mundial para la Salud (OMS), pone
su origen en el mercado de alimentos de Huanan, ubicado en la ciudad de Wuhan
(China), un lugar de comercio mayorista y de venta de diversos tipos de animales
silvestres para consumo.
Buena parte de estas enfermedades han sido originadas en zonas tropicales,
generalmente ubicadas en países pobres o en vía de desarrollo que cuentan con
condiciones de control sanitario mínimas. Estas regiones son zonas estratégicas para la
producción y explotación de alimentos, gracias en gran parte a su clima y terrenos
fértiles, que les permite contar con una floreciente industria agrícola. Resultan así
fundamentales para el suministro de alimentos en sus regiones y en gran parte del
planeta. Sin embargo, presentan enormes dificultades para que la población local pueda
acceder a ellos de manera segura.
En este contexto, es necesario implementar estrategias de seguridad alimentaria
y programas de hábitos de consumo, especialmente en aquellas zonas apartadas y de
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