Revista Latinoamericana de Difusión Científica
Volumen 4 – Número 6 - ISSN 2711-0494
R. A. Lema-Ruiz et al. // Epistemología y complejidad -Una aproximación a la investigación … 53-63
Esos espacios de desarrollo son las llamadas disciplinas científicas, es decir:
Sociología, Economía, Derecho, Medicina, entre otras, que luego se diversificaron y
especializaron aún más, por ejemplo: Sociología del arte, Sociología de la educación,
Microeconomía, Macroeconomía, Derecho penal, Derecho agrario. Como sugiere Vargas
(
2014), a partir de sus criterios de demarcación, la modernidad difunde o impone un discurso
lógico-racional que fracciona el mundo de la vida, tanto como lo hace con la naturaleza, para
su explicación y comprensión.
Unidimensionalidad: en correspondencia con el parámetro anterior, la ciencia moderna
escoge el análisis como fundamento, en lugar de la síntesis. Esto quiere decir que las
explicaciones del mundo se hacen separándolo en sus partes más pequeñas; la habilidad
intelectual del científico pasa por su capacidad para dividir lo que observa en sus
dimensiones micros a las que pueda “observar” a través de los sentidos. De hecho, una de
las premisas que otorga validez a una Ciencia, es la necesidad de contar con un objeto de
estudio propio, un método propio y un cuerpo teórico independiente de las demás Ciencias.
2
. Complejidad y giro epistemológico
Desde esta perspectiva, cualquier cambio de paradigma, implica asumir el giro
epistemológico que se está exigiendo y que siempre acompaña, o debe acompañar los
cambios sociales para que las Ciencias no queden relegadas en su capacidad heurística
respecto de esos cambios.
“
La historia del conocimiento en el siglo XIX estuvo marcada por la diferenciación,
disciplinarización y profesionalización del conocimiento. Las ciencias sociales no
escaparon a esto, ya que se trató de la manera en la que en ese siglo se impulsó
un conocimiento de tipo objetivo como se entendía en ese entonces la
objetividad, de la realidad entendida como algo dado y exterior al sujeto que
conoce.” (Anaya & Mora, 2019: 87)
Cuando se habla de dar un giro epistemológico de esta realidad, de lo que se trata
es de ubicar el origen del conocimiento de lo social, ya no como consecuencia del análisis
parcelado de la realidad, tal como planteó en su momento la corriente positivista, ni como
una totalidad dialéctica y contradictoria al estilo marxista, sino como la conjunción de ambas
visiones paradigmáticas en un re-pensamiento de los estudios sociales, ya sean en el
campo de la Historia, la Sociología o la Educación, en cuyas áreas, el foco de atención no
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