Revista Latinoamericana de Difusión Científica
Volumen 4 – Número 6 - ISSN 2711-0494
J. A. Sotelo Martín // Neurodidáctica y estilos de aprendizaje en las aulas … 122-148
Dentro de las rutinas habituales de aprendizaje el cerebro crea conexiones
neuronales nuevas y modifica las existentes. Si se considera un modelo en el que existen
itinerarios neuronales específicos y direccionales, no quedan exentos de nodos de
relación e interacción entre diferentes redes, que generalmente influyen en los momentos
en que dichas interacciones son requeridas. Estas rutas se establecen a partir de la
praxis. La repetición constante produce nuevos aprendizajes, fortaleciendo las
transmisiones sinápticas con la suficiente fortaleza para imprimir una huella neural
significativa (Lara-Cruz, et al., 2020; Willis, 2008). Al mismo tiempo, el esfuerzo del
alumno debe aproximarse a la forma y ruta de recuperación de ese conocimiento, es
decir, el docente ha de considerar de forma insalvable el principio de codificación
específica, cuestión común a todos los estilos de aprendizaje (Tokuhama-Espinosa,
2
011).
El fenómeno que hace referencia a la multiplicación de neuronas nuevas en el cerebro
es la neurogénesis; es de suma importancia en los procesos de aprendizaje. La
investigación neurológica confirma el nacimiento de nuevas neuronas a partir de células
madre en diferentes lugares del cerebro, que posteriormente la función glial se encarga
de sus desplazamientos a zonas más necesitadas (Arias-Carrión, et al., 2007).
En el caso de la neuroplasticidad inducida intencionalmente, sabemos que las tareas
que requieren mayor carga intelectual son precisamente las que mayor estimulación
aportan a esta plasticidad tan especial e importante, bajo el supuesto de que el córtex
prefrontal está más especializado en procesar la estimulación proveniente del contexto
que otras zonas del cerebro, inclinando la balanza del influyente lado de la estimulación
ambiental, y restando importancia al peso genético. Por tanto, el entrenamiento cognitivo
y de las habilidades ejecutivas generan plasticidad cerebral (Kempermann, Gage, Aigner
et al., 2018; Tartt, Fulmore, Liu et al., 2018). Esto supone una estimulación que pone en
juego la experiencia que el cerebro necesita para crear redes neuronales nuevas y
desarrollar miles de conexiones sinápticas entre grupos de neuronas. La existencia de
grandes diferencias entre el trabajo por áreas de interés y las tareas rutinarias impositivas
por coacción se basa en que el incentivo, la motivación, el control de la tarea y del tiempo
aportan un extra de activación individualizada e idiosincrásica, y aumenta los índices
neuroplásticos. De todo esto se desprende la gran importancia de la personalización de
la enseñanza en todas las etapas del itinerario escolar, de educación infantil al doctorado,
sin olvidar la formación recurrente y otras modalidades (Davidson y Begley, 2012).
130