Revista Latinoamericana de Difusión Científica
Volumen 3 – Número 5 - ISSN 2711-0494
C. Panaifo-Gómez et al. // Calidad y uso sustentable del suelo en el Valle del Monzón … 9-24
sido reportada por otros investigadores (USDA, 1999), cuando refieren que existen
variables sustanciales que alteran el pH del suelo, tales como temperatura y
precipitaciones, que controlan la eficacia del lixiviado y la meteorización de los minerales
del suelo. Así mismo, Millar et al. (1982) señalan que la acidez del suelo es común en
todas las regiones donde la precipitación es alta; esto es concordante, ya que en la
localidad la precipitación es 3,100 mm/anuales.
Respecto a los valores del fósforo disponible del suelo del SAF y del ex cocal,
según la Tabla 7 son 16.82 mg/kg y 3.45 mg/kg, respectivamente. Y según los rangos
interpretativos de SAGARPA (2012), el valor del fósforo disponible el suelo del SAF es
de “nivel alto” y el ex cocal de “nivel bajo”. Estos valores tienen relación con lo
mencionado por Sánchez (1981), quien señala que en muchos de los suelos en las
regiones tropicales, existe un nivel muy bajo de fósforo aprovechable; también podemos
mencionar, que este nivel muy bajo se debe a diferentes factores de pérdidas; tal como
se refiere Cross y Schlesinger (1995), los principales procesos que disminuyen el fósforo
del suelo son: absorción por la planta (5 a 60 kg/ha año en la biomasa cosechada),
erosión de las partículas de suelo que arrastran fósforo (0.1 a 10 kg/ha año en partículas
minerales y orgánicas), y por escurrimiento superficial del fósforo disuelto en el agua de
(
0.01 a 3 kg/ha año).
La materia orgánica (M.O.) indicada en la Tabla 7 presenta un valor de 3.60%
para el suelo del SAF y 2.15% para el suelo del ex cocal. En ese sentido, siguiendo a
SAGARPA (2012), la M.O. del suelo del SAF es “nivel alto” y en el ex cocal es de “nivel
medio”; esto debido a que en el suelo del SAF existe presencia de restos orgánicos
vegetal y animal, a diferencia del ex cocal que es casi sin vegetación. Esto concuerda
con lo mencionado por Bornemisza (1982), quien indica que la M.O. del suelo compone
la porción orgánica que comprende los restos vegetales y animales en diferentes estados
de desintegración, biomasa de la biota del suelo y sus sustancias desechos. Además, la
M.O. incrementa la nutrición en fósforo y es posible incentivar el crecimiento de
microorganismos que actúan sobre los fosfatos; del mismo modo la mayor constituyente
del nitrógeno acumulado en el suelo se encuentra en forma orgánica, por lo tanto, el
acervo de M.O. influye en la reserva de nitrógeno (Navarro et al., 1995).
El nitrógeno total presenta valores de 0.16 % para el suelo del SAF y 0.10 % para
el suelo del ex cocal, y según SAGARPA (2012) el SAF tiene un “nivel alto” y “nivel medio”
18