Revista Latinoamericana de Difusión Científica
Volumen 2 – Número 3 - ISSN 2711-0494
Reyber Parra Contreras// Dependencia en independencia en Venezuela…3-5
No obstante, la conciencia nacional no reaccionó en ningún momento, a
pesar de las alertas reiteradas de estos intelectuales, y Venezuela perdió la
oportunidad de sacar el máximo provecho de su industria petrolera. A pesar de los
significativos avances del proceso modernizador iniciado en las primeras décadas
del siglo XX, con el cual se fue transformando el medio físico, la infraestructura, y
se avanzó en materia educativa y sanitaria, todo esto quedó inconcluso, sin que se
materializara plenamente el plan concebido por el presidente Eleazar López
Contreras (con la asesoría de Alberto Adriani) en su Programa de Febrero de 1936.
Adicionalmente, las últimas décadas de nuestro recorrido histórico, dan
cuenta de un colapso estrepitoso de la industria petrolera nacional, con lo cual se
ha desprovisto al país de la posibilidad de “sembrar el petróleo”. De acuerdo con
cifras de la OPEP, en junio de 2020 Venezuela produjo 393.000 barriles diarios de
petróleo (citado por CESLA, 2020), cifra equivalente a la producción del año 1934,
muy por debajo de los 3 millones del 2010. Desde la consolidación de la industria
petrolera en la década de los años 30, hasta la primera década del siglo XXI, el país
transitó con muchos traspiés una transformación positiva en las condiciones de vida
de la población; posteriormente, la crisis política, el deterioro de las instituciones
democráticas, la corrupción y el fanatismo ideológico gubernamental, arrastraron a
los venezolanos a una de las más devastadoras crisis de su historia, equiparable a
la Guerra Federal y a los períodos gubernamentales de los caudillos del siglo XIX.
En consecuencia, el país perdió el soporte estratégico de su economía, y nos
corresponde adentrarnos al siglo XXI carentes de la gran oportunidad con la cual
iniciamos el siglo XX.
Hoy somos más dependientes, a tal punto que el interés nacional se
encuentra subordinado a una relación política desventajosa con Cuba, China y
Rusia, cuyos gobiernos determinan las decisiones de la cúpula civil y militar que
controla Venezuela.
El inicio de una solución efectiva a la crisis de Venezuela debe ubicarse en
la alternabilidad democrática, la cual quedó ausente de la historia reciente del país
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